Para hablar de las hierbas medicinales, es necesario, en principio, hablar sobre la conciencia del cuidado, la salud y el cuerpo. Las hierbas medicinales son, ante todo, un remedio natural, sin químicos agregados. Se trata de plantas que elaboran metabolismos llamados principios activos, sustancias que ejercen una acción farmacológica sobre el organismo vivo.

El objetivo de la medicina es la conservación o el restablecimiento de la salud. Al estar ante la presencia de algo natural, el uso principal de las hierbas medicinales debería ser el de la prevención del padecimiento. Llegada la enfermedad, se pueden consumir para aliviar los síntomas y malestares pero, ¿no es más conveniente prevenir antes que curar? 

Se trata de crear salud en nuestra cotidianidad, mediante hábitos saludables. “A las hierbas medicinales hay que usarlas como medio de vida, como alimento, no hay que usarlas para momentos críticos, porque todo lo que es crítico son momentos acumulados”, compartió Mabel Saccone, fundadora de la cooperativa Raíz Serrana. 

Según la planta, la medicina puede estar en su hoja, semilla, flor, tallo o raíz. Informarse sobre sus propiedades y su forma de consumo, nos permite utilizarlas en nuestro día a día como infusión en el desayuno o la merienda; como ensalada o en preparación de comidas, jugos o vapores. 

Existen digestivas, relajantes, cicatrizantes, antibacterianas, antisépticas, antirreumáticas, antiinflamatorias, antidiarreicas, antioxidantes, antiespasmódicos, antiparasitarias, desinfectantes, para afecciones cutáneas, respiratorias, dolores musculares, por nombrar solo algunas de ellas.

El uso de estas plantas es ancestral. Es la medicina y salud que nos provee la tierra.